A pesar de la prohibición, en el recital de Metallica se vendió alcohol

viernes, 22 de enero de 2010

Durante el primero de los recitales que brindó en Buenos Aires el grupo estadounidense Metallica se vendió cerveza y ademas fernet dentro del estadio de River Plate, a pesar de que el expendio de bebidas alcohólicas está prohibido para este tipo de espectáculos por una ordenanza del Gobierno porteño.

La productora de los shows, Time for Fun, sostuvo en un comunicado que "ante la información de que un vendedor ambulante, que burlando los controles, vendía bebidas con alcohol de forma clandestina, la empresa realizó la denuncia

correspondiente ante las autoridades policiales y de custodia".

"La organización informa también que el personal de seguridad, con el apoyo de los fiscales, continuará con los controles exhaustivos tanto en accesos como en el estadio", agregó.

La contravención, observada por un periodista de DyN, se produjo en la popular de la tribuna Enrique Omar Sívori: mientras actuaba el grupo estadounidense, un vendedor ambulante ofrecía, a viva voz, latas de medio litro de una cerveza santafesina a diez pesos.

Según la ordenanza 52.290/97 del Gobierno porteño, se prohíbe la venta de alcohol dentro de los estadios de fútbol, y por fuera hasta 500 metros a la redonda, tanto para espectáculos deportivos como musicales.

Curiosamente, la marca de cerveza ofrecida no era de la empresa que auspiciaba el recital.
Una fuente de la Agencia Gubernamental de Control del ejecutivo capitalino indicó a DyN que el control de este tipo de contravenciones está en manos de la Policía Federal y de funcionarios de la dirección de Higiene Alimentaria del Gobierno porteño.

La venta de cerveza dentro del estadio Monumental vulneró los controles montados por la policía y los organizadores del recital, y se llevó a cabo a pesar del importante despliegue de personal de seguridad y agentes uniformados.

Asimismo, al finalizar el recital, decenas de vendedores ambulantes ofrecían cerveza a los gritos y a muy pocos metros del estadio, a pesar de que en las adyacencias se apreciaba una gran cantidad de policías en situación de servicio