Evenpro reforzará la seguridad para Metallica en Venezuela

En la jerga de los encargados de seguridad de espectáculos masivos, el front es esa barrera metálica que divide a los espectadores de acuerdo con el precio que pagaron por sus entradas. Saltar ese obstáculo se ha convertido en la meta de una fracción extremista de los seguidores del hard rock en Venezuela, que han protagonizado sucesos recientes que involucran trifulcas, asfixiados y heridos. La migración rebelde ocurre durante la presentación de la banda
nacional y en el lapso que le toma al gran protagonista de la noche
poner a tono el escenario para su show. Cuando los venezolanos de Candy
66 calentaban los ánimos para el show de Slipknot el 20 de septiembre de 2005, los que ocupaban las gradas del Poliedro de Caracas comenzaron a saltar hacia la "olla". La misma situación se generó el 5 marzo de 2009 en el estacionamiento del coso de La Rinconada, antes del espectáculo de Iron Maiden.
Cuando cantaba la telonera Lauren Harris ­hija de Steve Harris, bajista
de la legendaria agrupación británica de heavy metal­, los asistentes
que se encontraban en el área general comenzaron a saltar hacia la zona
preferencial. Los más osados se arriesgaron y recibieron
peinillazos en las piernas. Pero el ejemplo fue seguido por tantos que
la policía y la seguridad privada tuvieron que retirarse. Incluso,
algunos agentes de la Policía Metropolitana aprovecharon la situación
para pasar a los más ansiosos a cambio de algunos billetes. La presentación de Korn
hace una semana, en la primera noche del Solid Fest, también fue una
exhibición de vandalismo asociada al rock, un género que ha desatado
vertientes que se alimentan de rebeldía y, en algunos casos, de
violencia. Los fanáticos del área general balancearon la barricada que los alejaba del escenario, pero no pudieron derribarla. Sin embargo, comenzaron a saltar hasta generar una estampida. El animador Ramón Castro pedía colaboración, mientras la multitud
burlaba las reglas y algunos guardias usaban la fuerza para contener la
rebelión. El resultado: un concierto de rock con más de una decena de asistentes lesionados y seis heridos.
En la lista se suman algunos empleados de la empresa privada de
seguridad encargada del concierto, Eye Security. De acuerdo con el
director de la compañía, Alfonso Calabrese, hubo dos vigilantes fracturados, tres con esguinces y uno con una cortada en el rostro. Calabrese afirma que derribar el front se ha convertido en una tradición para una minoría de los asistentes. Incluso, existe un grupo de Facebook titulado Todos los que vamos a Metallica en General y pasaremos a VIP, administrado por un fan llamado David Muñoz e integrado por 41 usuarios. Los comentarios hablan de las técnicas para tumbar la división, y la
descripción revela aún más sus intenciones: "Aquí expresamos el deseo
que tenemos de unirnos todos y destruir la barrera entre general y VIP
como forma de expresión de nuestra inconformidad con esta tirana
exclusión". Calabrese agrega que es importante que las productoras utilicen fronts
de fabricación estadounidense, capaces de resistir la embestida, y que
estén anclados en el suelo, a diferencia de los que se improvisaron
para el espectáculo de Korn. Recomienda además la incorporación de una
doble barrera, que genere un pasillo interno para el uso de personal
técnico. Cuando a Nicolás Betancourt,
también involucrado con Eye Security, se le consultan las normas
básicas para asegurar un espectáculo de este tipo, enumera varios tips:
"Primero, son absurdas las divisiones de general y VIP. Pero, si se
realiza de ese modo, tiene que haber un aforo adecuado, con un front de
2 y 3 metros de ancho, reforzado con tanques de agua. Además, tiene que
haber presencia de cuerpos policiales y se debe evitar el paso de
envases, correas, objetos punzopenetrantes, cadenas, llaveros e
imperdibles, que puedan ser usados contra la seguridad o en peleas
entre ellos". Metallica reforzado El World Magnetic Tour de James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett y Robert Trujillo pasó por Chile hace 2 semanas. Un grupo sin entradas pretendió entrar a la fuerza al espectáculo del que disfrutaron legalmente otras 50.000 personas.
La revuelta dejó un policía con traumatismo craneoencefálico, además de
120 detenidos por delitos asociados a desorden público, posesión de
drogas y consumo de alcohol en la vía pública. La experiencia
de Metallica en Perú, que fue organizada por Evenpro, ocurrió sin
disturbios ante un volumen similar de público. El próximo mes estarán
en México, Guatemala, Costa Rica, Panamá y Colombia, antes de aterrizar
en Venezuela, donde tocarán el 12 de marzo en el estacionamiento del
Poliedro de Caracas. Santiago Otero,
representante de Evenpro, se ampara en la experiencia que le ha
permitido a esa compañía internacional realizar espectáculos de
distintos géneros musicales durante 25 años, entre ellos las ediciones
de Rock in Río en Madrid y Lisboa. El ejecutivo añade que para la presentación de Metallica en Venezuela se contrató a cuatro empresas de seguridad privada,
entre ellas Eye Security. Usarán barricadas de varios tipos, de
fabricación estadounidense, y tendrán "un gran operativo de seguridad",
del que se informará con detalles posteriormente a través de una rueda
de prensa. Además, aseguró severidad a la hora de tomar decisiones: "Se procederá a desalojar del sitio a los que insistan en el desorden. Queremos que el espectáculo sea de primer nivel. Lo que esté fuera de esa línea será rechazado". Alfonso Calabrese adelantó que para esa presentación se procurará fijar el front en el pavimento, reforzado con pipotes de agua. También estudian la posibilidad de formar un cordón de policías y funcionarios de la Guardia Nacional, e incluso el uso de la ballena dentro del lugar.